Hoy vuelvo a escribir para vosotros. Mis anónimos. Mis esperanzas. Quizás ni existáis, quizás nadie vea estas palabras... pero, aun así, quiero sacarlas de mi cabeza porque me consumen por dentro. Me agota retenerlas en mi cabeza.
Me ha dado por ver un poco de mi pasado hoy. Los malos hábitos y los malos pensamientos han vuelto a mi. Esto no debería pasar... pero es que vuelvo a llorar. Siempre me ha dado miedo quedarme sola. El silencio, lo frío, lo oscuro... Me da tanto miedo.
Creo que no podría volver a aguantar algo como eso. No volver a tocar a nadie. No volver a sentirme querida.
¡Es todo tu culpa! TUYA Y TUYA Y TUYA!
Tuya, porque me quieres... porque me has abrazado y besado ya infinitas veces, porque me dices lo grande que soy, todo lo que me merezco y todo lo que piensas darme. Me quieres y estas a mi lado, pase lo que pase estas ahí, siempre has estado ahí. Pero, ¡y qué pasa cuando ya no estés? Volverá lo oscuro para apoderarse de mi confianza, apagará mi luz y volveré a estar vacía. No me hagas daño, nunca me dejes sola..
Tuya, porque dices que me quieres... pero no lo haces. No vienes a mi y me abrazas, ni me besas... dices y prometes sentimientos que son solo eso, palabras e intenciones. Pero yo las siento como un ultimo aliento que me mantiene con vida. Siento tus palabras como la única medicina que necesito contra el dolor. Las siento y me engancho como una jonki se engancha al éxtasis de la cocaína. Me aferro con todas mis fuerzas y soy feliz otra vez, por tener algo tan valioso entre mis manos... y luego, me lo arrebatas todo. Te vas, y contigo se van tus palabras y tus promesas. Te vas y me dejas sola y exhausta de tanto luchar para retenerte conmigo. Te vas, porque en realidad no confías en mi. Hace tiempo que no me gano el derecho de tenerte. Lo siento.
y Tuya, ¡TUYA! porque me has echo malgastar tanto tiempo de mi vida, me has utilizado y arrastrado a la oscuridad, a la oscuridad disfrazada de cariño... cariño que, al final, no me has dado. Y huyo de ti, tarde y cansada, pero por fin huyo... Porque no quiero que me guíes nunca mas. Tu destino solo se dirige a la soledad mas hipócrita. Porque tu y yo solo provocaba pánico, tristeza y arrepentimiento.